Me molesta la luz en la oscuridad, sentir el ansia en las manos, un tabaco quemandome la boca ,el no saber que escribir me marea, las cobijas son calientes y estorban el fluir de las ideas, el dolor en la espalda, arde, me sofoca no saber qué decir, pensando y contemplando las manos que al moverse van creando frases de vanidad; viendo el interior; ¿Que es lo que ves? un alma sola, pero físicamente estable, almas llenas de paz, felicidad; danzando en la mente llena aun de curiosidad, con esperanza de mostrar al mundo una grandiosa escenografía junto con una gran estructura de creativo color.
Me estorba el placer de tu mirada y la felicidad en tu boca, me mata el dolor en los pies y oír ruidos ajenos a los de la noche; amo los pájaros pelar y verlos volar a través de un rio, me molesta el no poder leer lo suficiente y no saber más que los nomos de yeso, quiero preguntarle a una gaviota cuanto pueden volar, a un árbol cuanto puede callar, a las hojas cuales secretos les susurra el viento, que guarda la noche con celo, como me veo en una pared llena de blanco y yo pintada en verde, me atrae el saber porque al ver ideas nadar sobre mi se vuelve quietud, y el sonar de noche se convierte en calma, solloza ternura de arrogante sabor, con su mirada atrayente llena de calma, pureza; descansando en la noche, pensado que el ritmo será lento y al acelerar los pasos se pierde el sabor, junto con lo puro de las noches lluviosas oliendo a tierra mojada, sintiendo el picor del pasto en los pies, saboreando a la dulce noche que guarda con gusto los secretos llenos de angustia, seseando el mareo y motivando el sueño.
Déjame pensar. No, no puedo.
