“Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.”
SABATO, Ernesto
Cuando era pequeña solía soñar que volaba, que podía tocar con los dedos las nubes, que las estrellas estaban cerca; una vez me amarre de la cintura de una cuerda que colgaba de una pared de la casa, de esas trabes que no completan y queda por fuera la varilla, ahí mi madre acostumbraba tender la ropa ; comencé a dar vuelta hasta que toque el piso, no llegue al cielo pero pude imaginar que estaba donde quería estar, que volaba, flotaba, que había una explosión de estrellas, perdí un diente.
Después de años me encuentro sentada viendo la PC pensando que decirte, que escribir; aun pienso que puedo volar, que puedo tocar las estrellas, que entre mis dedos puede pasar las nubes, que mientras duermo puedo escuchar tu voz en mis oídos deseando buena noche, el olor de tu saliva en mis labios, mis piernas, mis brazos, mi espíritu, mi alma, se puede encontrar una parte de ti.
Me he aprendido cada parte de tu cuerpo, mientras mis manos te recorrieron, memorizando cada fragmento de ti. Ahora te recuerdo con mis manos, imaginando el calor de tu piel, su textura, saboreándote cada instante, los aromas.
Ahora estas, Y mañana tendremos que recordarte una vez más. Mirémonos en un espejo y veras en lo que me convertí, las palabras no bastaran para aliviar lo que no se pudo decir, las palabras son nudos que podre desenredar.
Recuerda que había una vez un pato con los ojos tristes que solía tener sueños hermosos y algunos violentos, el placer lo invadía y lo vi sonreír.
Continuare extrañándote...
SABATO, Ernesto
Cuando era pequeña solía soñar que volaba, que podía tocar con los dedos las nubes, que las estrellas estaban cerca; una vez me amarre de la cintura de una cuerda que colgaba de una pared de la casa, de esas trabes que no completan y queda por fuera la varilla, ahí mi madre acostumbraba tender la ropa ; comencé a dar vuelta hasta que toque el piso, no llegue al cielo pero pude imaginar que estaba donde quería estar, que volaba, flotaba, que había una explosión de estrellas, perdí un diente.
Después de años me encuentro sentada viendo la PC pensando que decirte, que escribir; aun pienso que puedo volar, que puedo tocar las estrellas, que entre mis dedos puede pasar las nubes, que mientras duermo puedo escuchar tu voz en mis oídos deseando buena noche, el olor de tu saliva en mis labios, mis piernas, mis brazos, mi espíritu, mi alma, se puede encontrar una parte de ti.
Me he aprendido cada parte de tu cuerpo, mientras mis manos te recorrieron, memorizando cada fragmento de ti. Ahora te recuerdo con mis manos, imaginando el calor de tu piel, su textura, saboreándote cada instante, los aromas.
Ahora estas, Y mañana tendremos que recordarte una vez más. Mirémonos en un espejo y veras en lo que me convertí, las palabras no bastaran para aliviar lo que no se pudo decir, las palabras son nudos que podre desenredar.
Recuerda que había una vez un pato con los ojos tristes que solía tener sueños hermosos y algunos violentos, el placer lo invadía y lo vi sonreír.
Continuare extrañándote...